
Lo
más difícil para uno mismo es hablar de uno mismo. Yo, lo único que
puedo decir, es que no soy lo que es mi música. Mi música es muy
melancólica, puede ser triste, puede ser violenta, puede ser hasta
religiosa y yo no soy así. Yo soy una persona sumamente divertida, me
gusta mucho la vida, me gusta mucho el deporte, me gusta… soy un bon
vivant, como dicen los franceses. Me gusta mucho comer bien, me gusta la
buena comida, o sea, soy anti-tango en la vida. Soy anti-noche, el
tango es la noche: no me gusta la noche a mí, me gusta el día, me gusta
la mañana, me gusta el mar, me gusta la naturaleza, me gustan las
flores, los bosques, todo aquello que no tiene nada que ver.
Para
mí el tango es un sinónimo, como dijiste hace muy poco, de…. El tango es
el cabaret, el ladrón, el policía, es la prostitución, es el gigoló, es
la droga, es todo lo que es torcido en esta vida es lo que fue
realmente el tango. El tango, no olvidemos, nació en los prostíbulos de
Buenos Aires, y sigue siendo prostibulario el Tango. Yo lo siento, mismo
Borges cuando habla siempre mezcla el tango con los prostíbulos. Estoy
totalmente de acuerdo con él, porque el tango tiene esa cosa, así de
“underworld” de bajo mundo, de bajofondo y lo tendrá siempre.
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