sábado, 30 de diciembre de 2017

Entrevista a Astor Piazzola - Alemania 1986


Lo más difícil para uno mismo es hablar de uno mismo. Yo, lo único que puedo decir, es que no soy lo que es mi música. Mi música es muy melancólica, puede ser triste, puede ser violenta, puede ser hasta religiosa y yo no soy así. Yo soy una persona sumamente divertida, me gusta mucho la vida, me gusta mucho el deporte, me gusta… soy un bon vivant, como dicen los franceses. Me gusta mucho comer bien, me gusta la buena comida, o sea, soy anti-tango en la vida. Soy anti-noche, el tango es la noche: no me gusta la noche a mí, me gusta el día, me gusta la mañana, me gusta el mar, me gusta la naturaleza, me gustan las flores, los bosques, todo aquello que no tiene nada que ver.
Para mí el tango es un sinónimo, como dijiste hace muy poco, de…. El tango es el cabaret, el ladrón, el policía, es la prostitución, es el gigoló, es la droga, es todo lo que es torcido en esta vida es lo que fue realmente el tango. El tango, no olvidemos, nació en los prostíbulos de Buenos Aires, y sigue siendo prostibulario el Tango. Yo lo siento, mismo Borges cuando habla siempre mezcla el tango con los prostíbulos. Estoy totalmente de acuerdo con él, porque el tango tiene esa cosa, así de “underworld” de bajo mundo, de bajofondo y lo tendrá siempre.

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