sábado, 10 de febrero de 2018

La marchita, el escudo y el bombo - E. Adamovsky, E. Buch

Años después, ya terminado sus dos mandtos, Menem escuchará la marcha peronista con oídos en cierto modo más tradicionales, cando cerca de ochocientos partidarios vengan a cantársela en desagravio durante su prisión domiciliaria por una causa por contrabando de armas. Igual la mejor explicación, o la más cínica, del significado de la marcha peronista durante el menemismo no vino de Menem sino de su ministro de Trabajo, el ex-sindicalista Jorge Triaca: "El verso de la marcha peronista que dice 'combatiendo al capital' es solo una licencia poética". En la frase de Triaca, la poesía es sinónimo de mentira; en el comentario de Lotersztain y Castelucci, es sinónimo de verdad. En este contraste filosófico, tan viejo como la poesía misma, cabe toda la fascinación de la marcha peronista como dramaturgia del exceso.