domingo, 10 de octubre de 2010

Sonata a Kreutzer - León Tolstoi


En teoría, el amor es una cosa ideal, sublime, mientras que en la practica resulta una bajeza, una porquería hasta de la que da vergüenza hablar. Y si se trata de una cosa baja y vergonzosa, así hay que comprenderla. Pero los hombres fingen que el amor es bello y elevado. ¿En que consistieron los primeros indicios de mi amor? En entregarme a excesos animales sin avergonzarme en modo alguno. Es más: me enorgullecía la posibilidad de cometerlos, no pensaba en absoluto en la vida espiritual ni en la vida física de mi mujer. Me extrañaba nuestra irritación reciproca, y, sin embargo, la cosa estaba clara: se trataba de una protesta de la naturaleza humana contra el animal que la oprimía. Me extrañaba nuestro odio mutuo, y, sin embargo, no podía ser de otro modo. Era el odio recíproco de los cómplices de un crimen, tanto en la incitación como en la provocación de este.