Intentando desmentir, sin éxito, aquello de que quien mucho abarca poco aprieta.
miércoles, 23 de marzo de 2022
Discurso de Evita pronunciado el 25 de julio de 1946, desde el despacho oficial del Ministro de Industria y Comercio, por L.R.A. Radio del Estado y la Red Argentina de Radiodifusión, dirigido a la mujer argentina, para anunciar nuevas victorias en la campaña proabaratamiento de la vida
domingo, 6 de marzo de 2022
Revista Ka. Año 1, n°1, diciembre 2007.
sábado, 5 de marzo de 2022
Entrevista Grondona Cavallo, 19-09-1991
Grondona: ¿El mercado y la expansión del mercado será suficiente para todos o habrá gente que siempre requerirá algún tipo de apoyo?
Cavallo: Yo creo que hay
que hacer una tarea de creación de capital humano. Hay que trabajar sobre la
gente que está más marginada, sobre todo sobre los niños de esos hogares.
Asegurarles que tengan desde el nacimiento la protección materno infantil,
cuidar de que tengan acceso a la educación, que se alimenten bien mientras van
a la escuela. Yo creo que esa es la forma de resolver el problema de la
marginación.
Ahí es donde la sociedad tiene
que dedicar recursos. Nosotros tenemos que disponer a nivel nacional, pero
sobre todo a nivel provincial y municipal de los recursos para este tipo de programas.
Porque, no nos engañemos, este tipo de asistencia a la familia marginada no la
va a poder hacer un ministerio nacional. La tiene que hacer el Municipio que
conoce y puede llegar cerca al barrio y al grupo de familias que necesitan ese
tipo de asistencia.
(…)
La sociedad tiene que demandar la
asistencia social o el gasto en educación o en salud fundamentalmente del gobierno
local. Es el que puede tener un contacto más directo con el problema de la gente
y que a su vez la gente puede controlar mejor la forma en que utiliza sus
recursos. Eso es el verdadero federalismo, que por otro lado es la forma de que
el gobierno ayude a resolver los problemas de los marginados.
Grondona: el ajuste requiere de
dos cosas: de cabeza, Cavallo tiene cabeza, y de corazón, creo que también
tiene corazón. Creo que algún día se le piantó un lagrimón. Hacen falta la dos
cosas, ¿no se le estará enfriando el corazón?
miércoles, 2 de marzo de 2022
21 de julio de 1827, BUENOS AIRES No. 52
Ha sido prohibida la exportación de oro. Para tomar un caso extremo, ¿esta medida no parece revelar mala fe en aquéllos cuyas deudas deben pagarse con este metal? Nadie piensa que las onzas enviadas en paquetes 300 meramente obsequios amistosos. Son obligaciones comerciales, y pensamos que la prohibición puede, en algún grado, debilitar el crédito privado y público de la República frente a las naciones extranjeras. El alma del comercio es la reciprocidad, recibir y devolver, y en las circunstancias actuales, la única devolución se puede hacer en oro. Prohibir exportación del único medio disponible es como excluirnos del mundo comercial, aislarnos del universo, en momentos en que las otras naciones tienden a estrechar los lazos de amistad. No es fácil calcular las consecuencias de una medida tan retrógrada en el momento actual. E comercio es ahora el vehículo de la civilización y el conocimiento; cualquier cosa que tienda a privarnos del primero actúa como un impedimento para el goce del segundo; y esto se vuelve doblemente importante para un país que sólo está empezando a gozar de los beneficios de la independencia y que ha soportado largo tiempo los males de la esclavitud.
Si la prohibición de exportar metales preciosos nos separa del viejo mundo, del cual debemos recibir necesariamente todo lo que pueda fomentar nuestro progreso, los derechos impuestos a la importación posiblemente puedan retardar la muy deseada reconciliación con las provincias. Las altas tasas de importación causan la escasez de los artículos gravados o, por lo menos, elevan los precios. Los resultados son escasez penosa, fraude inevitable, descontento general y todas las consecuencias de la falta de confianza, dando pretextos a los interesados en prolongar la discordia y la guerra civil y arrojando obstáculos en el camino de esa armonía perfecta que debería existir entre los individuos de la misma familia.
Dejemos las leyes prohibitivas a los gobiernos despóticos, los hombres libres no pueden prosperar con ninguna medida que sirva para trabar el espíritu de empresa."