miércoles, 23 de marzo de 2022

Discurso de Evita pronunciado el 25 de julio de 1946, desde el despacho oficial del Ministro de Industria y Comercio, por L.R.A. Radio del Estado y la Red Argentina de Radiodifusión, dirigido a la mujer argentina, para anunciar nuevas victorias en la campaña proabaratamiento de la vida

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El motivo de este mensaje que dirijo como peronista a las muje res peronistas es el de colocarnos frente al mandato imperativo que nos impone nuestra conciencia de tales, de colaborar en esta campaña proabaratamiento de la vida, en defensa de la tranquilidad y del bien estar de nuestros hogares, que aparecían sojuzgados por las maniobras bastardas de los antipatrias que pretendían, de esa manera, desvir tuar en su esencia las auténticas conquistas logradas por nuestra cla se trabajadora, que a través de la obra fructificada ya en la elevación moral y física de su condición de vida por el creador de la Secretaría de Trabajo y Previsión, Coronel del pueblo y Gral. de la Nación, y el insig. ne continuador de su obra, su hermano de lucha el Coronel Mercante.

Deseo, antes de anunciar la firma de importantes decretos, agra decer la gentileza que ha tenido para conmigo el señor ministro secre tario de Industria y Comercio, don Rolando Lagomarsino, intérprete fiel y digno del espíritu que informa esta lucha, e identificado íntegra mente con su conductor, el Gral. Perón, al solicitarme que sea yo la encargada, por mi único carácter de mujer argentina, de transmitirles a todas vosotras las disposiciones a que me he referido. Por uno se de terminan los precios de ventas de muchas y variadas prendas de vestir para señoras, dividiéndolas en tres categorías, de acuerdo a la calidad de las mismas y, por el otro, se determinan igualmente precios para algunos artículos necesarios, de uso doméstico, cuya enumeración en ambos casos omito, pues simultáneamente a este anuncio se hace la publicación de los mismos con todos los detalles del caso.

Si, como vemos, los resortes del Estado están en marcha y puestos al servicio de estas jornadas redentoras para la argentinidad, si los ciu dadanos deben instituirse en soldados firmes y decididos de esta lucha, cuyos beneficios han de alcanzar a todos por igual, no es posible que la mujer argentina ni la extranjera, que deja de serlo cuando se cobija bajo el amparo tutelar de nuestro cielo generoso, no tome su puesto de lucha en el combate.

Y debemos considerar que nuestra fortaleza física llega hasta don de llega la del hombre: para esos somos sus madres, sus esposas y sus novias. Allá, en el puesto de lucha, al lado del hombre, está nuestro lugar.

Nuestro hogar, nuestro sagrado recinto, el altar de nuestros afec tos, está en peligro. Sobre él se cierne amenazadora la incalificable ma niobra de la especulación y el agio. Ella atenta contra la tranquilidad de nuestras vidas y contra la salud de nuestros varones. ¿Podemos las mujeres desertar de esta lucha?

El inalienable derecho del hombre de proveer a su núcleo familiar el sustento diario tiene necesariamente que estar al alcance de todo presupuesto, hasta el más humilde y exiguo.

Ese es el espíritu que alienta esta campaña, ese es el noble impulso que debe movilizarnos en la lucha, ese es el digno afán que debe palpitar en nuestra conciencia. Y ese será el tributo magnífico que ofrendaremos mañana, cuando estas horas de zozobra no sean sino recuerdo amargo, que no habrá de repetirse jamás.

Es por todo lo que acabo de decirles, por lo que podría agregar y por lo que suplan las consideraciones fuera del alcance de este mensaje, que hago llegar a todas las amas de casa las advertencias que anuncio a continuación, como postulados fundamentales de esta campaña peronista.

1. No debemos inquietarnos con el temor de que habrá de faltar lo indispensable para vivir, ya que se han arbitrado los medios para asegurar el abastecimiento integral de nuestro consumo diario en sus artículos de primera necesidad.

2. No debemos desobedecer las instrucciones de los funcionarios e inspectores y acatar, por consiguiente, las disposiciones que se adopten.
3. No debemos pagar, bajo ningún concepto, y en evento alguno, precio mayor que el establecido, ni admitir que se entregue mercadería de condición inferior a la solicitada.

4. Es muy importante conocer diariamente todas las disposiciones legales para exigir su estricto cumplimiento.

5. Es fundamental denunciar siempre a la autoridad competente toda transgresión o toda violación a las reglamentaciones vigentes.

Constituyen así estas previsiones, que se consideran primordiales, los fundamentos básicos de la colaboración efectiva en esta campaña peronista.
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domingo, 6 de marzo de 2022

Revista Ka. Año 1, n°1, diciembre 2007.


Alberto Fernandez fue el jefe de Gabinete de Néstor Kirchner y ahora lo es de Cristina Fernández de Kirchner. Este abogado penalista, porteño, hincha de Argentinos Juniors, aprendió guitarra con Litto Nebbia y sabe mejor que nadie cuánto costó cada decisión en los primeros años de gobierno y el valor de sus consecuencias positivas en la gente. Es, por si hace falta aclararlo, un hombre clave para el matrimonio Kirchner.

"Que diferente -dijo- es este país de los cuarenta y cinco mil millones de dólares de reserva, al de los ocho mil millones, que tení amos; este que ha resuelto toda su deuda externa a aquel en default; el que ya no espe ra a los auditores del Fondo Monetario Internacional para ver que va a hacer al día siguiente al que nada podía hacerse sin escu char primero al funcionario de segunda línea del Fondo Monetario Internacional; este país que empieza a tener una industria pujante a aquel donde el ochenta por ciento de los locales comerciales de la Ciudad de Buenos Aires estaban cerrados; que distinto es este país del 7 por ciento de desocupación y el 23 de pobreza, al país del 24 por ciento de desocupación y 70 puntos de pobreza; este país de la justicia a aquel país de la impunidad. Kirchner hizo la tarea y yo lo ayudé en lo que pude, de sacar al país del pozo y ponerlo en condiciones de caminar".

sábado, 5 de marzo de 2022

Entrevista Grondona Cavallo, 19-09-1991

 

Grondona: ¿El mercado y la expansión del mercado será suficiente para todos o habrá gente que siempre requerirá algún tipo de apoyo?


Cavallo: Yo creo que hay que hacer una tarea de creación de capital humano. Hay que trabajar sobre la gente que está más marginada, sobre todo sobre los niños de esos hogares. Asegurarles que tengan desde el nacimiento la protección materno infantil, cuidar de que tengan acceso a la educación, que se alimenten bien mientras van a la escuela. Yo creo que esa es la forma de resolver el problema de la marginación.

Ahí es donde la sociedad tiene que dedicar recursos. Nosotros tenemos que disponer a nivel nacional, pero sobre todo a nivel provincial y municipal de los recursos para este tipo de programas. Porque, no nos engañemos, este tipo de asistencia a la familia marginada no la va a poder hacer un ministerio nacional. La tiene que hacer el Municipio que conoce y puede llegar cerca al barrio y al grupo de familias que necesitan ese tipo de asistencia.

(…)

La sociedad tiene que demandar la asistencia social o el gasto en educación o en salud fundamentalmente del gobierno local. Es el que puede tener un contacto más directo con el problema de la gente y que a su vez la gente puede controlar mejor la forma en que utiliza sus recursos. Eso es el verdadero federalismo, que por otro lado es la forma de que el gobierno ayude a resolver los problemas de los marginados.

Grondona: el ajuste requiere de dos cosas: de cabeza, Cavallo tiene cabeza, y de corazón, creo que también tiene corazón. Creo que algún día se le piantó un lagrimón. Hacen falta la dos cosas, ¿no se le estará enfriando el corazón?

miércoles, 2 de marzo de 2022

21 de julio de 1827, BUENOS AIRES No. 52

El gobierno de Buenos Aires, instalado recientemente, ha comenzado su carrera con una medida prohibitiva. Cuando las naciones del viejo continente están empezando a sentir la inconveniencia de leyes coercitivas, difícil esperar que una nación joven volviese a un sistema condenado por la experiencia y por la doctrina sensata. Es indudablemente muy agradable poder preservar los metales preciosos dentro de los límites de Estado, pero el problema no consiste en la conveniencia, sino en la posibilidad de tal medida, y es difícil creer que la ley escrita será más fuerte que las leyes del interés y el imperio irresistible de las circunstancias.

Ha sido prohibida la exportación de oro. Para tomar un caso extremo, ¿esta medida no parece revelar mala fe en aquéllos cuyas deudas deben pagarse con este metal? Nadie piensa que las onzas enviadas en paquetes 300 meramente obsequios amistosos. Son obligaciones comerciales, y pensamos que la prohibición puede, en algún grado, debilitar el crédito privado y público de la República frente a las naciones extranjeras. El alma del comercio es la reciprocidad, recibir y devolver, y en las circunstancias actuales, la única devolución se puede hacer en oro. Prohibir exportación del único medio disponible es como excluirnos del mundo comercial, aislarnos del universo, en momentos en que las otras naciones tienden a estrechar los lazos de amistad. No es fácil calcular las consecuencias de una medida tan retrógrada en el momento actual. E comercio es ahora el vehículo de la civilización y el conocimiento; cualquier cosa que tienda a privarnos del primero actúa como un impedimento para el goce del segundo; y esto se vuelve doblemente importante para un país que sólo está empezando a gozar de los beneficios de la independencia y que ha soportado largo tiempo los males de la esclavitud.

Si la prohibición de exportar metales preciosos nos separa del viejo mundo, del cual debemos recibir necesariamente todo lo que pueda fomentar nuestro progreso, los derechos impuestos a la importación posiblemente puedan retardar la muy deseada reconciliación con las provincias. Las altas tasas de importación causan la escasez de los artículos gravados o, por lo menos, elevan los precios. Los resultados son escasez penosa, fraude inevitable, descontento general y todas las consecuencias de la falta de confianza, dando pretextos a los interesados en prolongar la discordia y la guerra civil y arrojando obstáculos en el camino de esa armonía perfecta que debería existir entre los individuos de la misma familia.

Dejemos las leyes prohibitivas a los gobiernos despóticos, los hombres libres no pueden prosperar con ninguna medida que sirva para trabar el espíritu de empresa."