viernes, 15 de julio de 2011

Grossman, Vasili. “Todo fluye”

Para un enfermo crónico, en la ciudad sólo existen las farmacias y los hospitales, los ambulatorios y las comisiones de peritaje médico. Para un borracho la ciudad está llena de medios litros de vodka para compartir entre tres. Y para un enamorado, la ciudad se compone de las agujas de los relojes de la calle que marcan la hora de las citas, de los bancos en las avenidas, de las monedas de dos copeks para el teléfono público.