lunes, 14 de septiembre de 2009

Del sistema penitenciario en los Estados Unidos y su aplicación en Francia-Alexis de Tocqueville/Gustave de Beaumont

Sin embargo, la adopción de un sistema celular y su aplicación a todos los presos del Estado de Nueva York volvía insuficiente a la prisión de Auburn, ya que esta, tras las sucesivas ampliaciones que había tenido, solamente contaba con quinientas cincuenta celdas.[1] Asi pues, la necesidad de una nueva prisión, se hacía sentir y en ese momento la legislatura estableció el plan de Sing Sing. Dicho plan fue ejecutado de una manera que bien merece ser relatada.

El Sr. Elam Lynds, que acababa de dar prueba de sus aptitudes en Auburn, de la que era director, abandona este establecimiento, toma consigo a cien presos acostumbrados a obedecerle, les conduce hasta el lugar en el que había de construirse la prisión proyectada y allí, acampando a las orillas del río Hudson, sin albergue para acogerles y sin muros para encerrar a sus peligrosos compañeros, los pone manos a la obra convirtiendo a cada uno de ellos en albañil o carpintero sin contar con otra fuerza, para mantenerlos en la obediencia, que la firmeza de su carácter y la fuerza de su voluntad.

Durante varios años, los presos, cuyo número fue sucesivamente en aumento, trabajaron para levantar su propia prisión, y actualmente, la penitenciaría de Sing Sing contiene mil celdas, todas ellas construidas por los criminales que estuvieron presos en ella[2].



[1] En 1823, Auburn todavía tenía 380 celdas. El 12 de abril de 1824, la legislatura ordenó la construcción de 170 nuevas celdas.

[2] El modo con el que Elam Lynds levantó Sing Sing suscitaría, sin duda, cierta incredulidad si el hecho que relatamos aquí no fuera totalmente reciente y de notoriedad pública en Estados Unidos. Para entenderlo, es preciso conocer todos los recursos que puede encontrar un hombre enérgico en la nueva disciplina de las prisiones de América.

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